Nuevamente el talento artístico unido a la fe y la devoción hicieron posible la elaboración de 49 alfombras que representan un orgullo especial para el pueblo de Comayagua.
El fin de semana, cientos de personas entre locales y turistas apreciaron el arte en su máxima expresión.
Los jóvenes, asesorados por los adultos, desde enero comenzaron a trabajar en los diseños y la obtención de semillas especiales para poder dar el realce a los estampados, que con su colorido fascinan a los turistas nacionales y extranjeros.
Este año uno de los elementos que más sobresalió fue el colocho de madera y la marmolina; que en conjunto con la cáscara de huevo en diferentes tonalidades y combinado con las semillas de tamarindo, ajonjolí, mora, maíz, café, morro y migas de arroz hicieron que la alfombra de la familia Yuja Valle, representando la Sexta Estación, cautivara a todos.
La familia Zapata Mejía presentó recuadros de 6 pies que contenían tres imágenes para poder ser visualizadas de ambos extremos de la calle, en la parte céntrica de la alfombra se apreciaba un fondo de color morado, donde estaba Jesús,compartiendo con San Juan en la última cena; luego se podía apreciar al Cristo atado a la columna y al final de los recuadros de Jesús resucitado, la que según para los críticos ocupaba el segundo lugar, por la motivación del público, especialmente del extranjero.
En cada alfombra se aglomeraban en grupos de 25 a 30 personas, y a diferencia de otros años esta vez no llovió y Comayagua se pudo vestir de colores con sus famosas alfombras.
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